sábado, 4 de diciembre de 2010

Porque a veces el quererse no es suficiente


Siempre que nos embarcamos en una relación esperamos que sea para siempre, y sorprendentemente, la mayoría de las veces no lo es.

Ella le conoció y creyó que era el hombre de su vida, y él seguramente pensó lo mismo. Ella tenía miedos, fallos, inseguridades...al igual que él, pero todo carecía de importancia, sólo importaban ellos dos y su amor. Con el tiempo las cosas cambiaron, los defectos eran los mismos que al principio pero ya no les gustaban, ahora se los tiraban a la cara y al principio eran perfectos. Extrañamente parecía que no se toleraban, ni uno al otro ni el otro al uno; se querían, porque se querían mucho, pero las discusiones, los errores, las lágrimas, los portazos, los problemas y las diferencias habían hecho que a la vez se odiasen.
Cada día, después de cada discusión, intentaban empezar de cero, pero lo cierto es que era imposible. Olvidaban (o por lo menos lo intentaban) los malos tragos, pero las diferencias era imposible olvidarlas, y lo que es peor, eliminarlas.
Con veinte años era demasiado difícil cambiar tantas cosas innatas en ellos, así que cansados de discutir y sabiendo que no podrían estar así toda su vida, decidieron continuar cada uno por su lado, con sus defectos y sus virtudes que tanto amaban y detestaban.

Abandonaron su amor aunque se querían, porque a veces el quererse no es suficiente.

Fdo. La chica de los chupetines

2 comentarios:

  1. Muy buen blog, me gusta mucho y te leo de cerquita. ^^

    Besos de purpurina, ali.

    Una invitación al mío: globosagua.blogspot.com

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  2. Acabo de descubrir tu blog por casualidad, está superchulo. Bucearé más por aquí ^^
    Te invito a pasarte por el mío cuando te apetezca:

    www.arboldeluz.com

    Besos desde mi árbol

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