No deja de llover,
dentro y fuera de esta habitación, y no puedo evitar pensar en ti. Tú, que no
siempre estabas, que me enseñaste que el amor no siempre es bonito, que me
mostraste los límites de mi misma. A través de ti logré conocerme, llegar a lo más
profundo de mi ser y descubrir que todo en lo que creía poco valía si me
cruzaba con alguien como tú. Aun así te enseñé que no todo sale como uno desea,
que los amores imposibles también existen, que hacer el amor es mejor que
follar y que follar no sería lo mismo después de haber hecho el amor. Pero todo
quedó en unas sábanas de rayas dentro de una habitación azul, y juntos lavamos
la memoria de los buenos recuerdos vividos, mencionando solo aquellos que nos
hicieron naufragar.
Giro del destino,
diferente país, otra habitación azul, esta vez sin sábanas rayadas y yo echándote
de más en días soleados. Pero ya te he dicho que hoy llueve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario